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Padawan: Obi-Wan hace sus pininos

En mi reseña pasada de The Living Force, comenté mi gusto por la saga de Star Wars y cómo me interesaba meterme en el nuevo canon de Disney. Asimismo, señalé que estoy intentando hacerlo conforme a la línea del tiempo de la historia y no de como se han ido publicando.

Aunque con múltiples publicaciones cada año, es medio complicado, aunado a que no me he metido aún a los comics, porque si no, nunca acabaría. Por ello, sólo he estado echándole un ojo a las novelas.

Star Wars: Padawan es, al momento, la primera novela en la línea del tiempo tras la mamarrachada llamada High Republic, misma que no revisaré porque, simple y llanamente, no me interesa en lo más mínimo. Y tras el chasco que fue The Acolyte, menos. Pero bueno, eso es materia para otra columna.

Sabiendo de antemano que me contradije reseñando primero un libro que no va al principio de la línea del tiempo que me interesa, ofrezco una disculpa, me justifico con que acababa de terminar The Living Force y estaba sumamente molesto por lo malo que estuvo, por lo que tenía que sí o sí expresarlo en el Nidoverso.

Ya pasado el enojo, ahora sí, vamos con el libro que debió ser el primero de reseñarse.

Star Wars: Padawan es un libro que se publicó en 2022, escrito por la autora estadounidense Kiersten White.

Para Kiersten, esta es su primera experiencia como autora en el universo de Star Wars, aunque su carrera como escritora inició por ahí de 2011. De hecho, ya antes había leído una novela de esta autora, “El Escondite”, y fue hasta que empecé a hacer esta reseña que la conecté con dicha historia. Cuando se trata de Star Wars, lo último que veo es quién es el autor.

Asimismo, quiero puntualizar algo importante, he notado una diferencia en cómo se han estado redactando las novelas del nuevo canon últimamente a las post adquisición de Disney.

Para los enterados del tema, sabemos que, en 2020, cuando se anunció la babosada llamada High Republic, se filtró una foto de un pizarrón donde se hacía énfasis a lo que querían en las nuevas historias. En dicha pizarra se podían leer términos como “Diversidad” “Sentimientos” y “Representación”.

Desde entonces, las novelas que he tenido chance de leer tienden a lo que en inglés le dicen “woke”. Algunas lo manifiestan mucho, mientras que en otras es apenas perceptible, pero ahí está. En cambio, las novelas pre2020 todavía tenían el sabor del Universo Expandido de la era Lucas, que se basaban más en contar una historia que vender una agenda.

No voy a discutir este tema en esta columna, porque no se trata de eso, pero sí diré que odio el “modernismo” actual que obliga a meter situaciones que, desde mi punto de vista, sobran en la historia. Como, por ejemplo, en Padawan, se hace alusión de que, tal vez, el joven Obi-Wan Kenobi es bisexual. Si de por sí encontraba un poco innecesaria la historia de amor con Satine Kryze, este parte del personaje se me hace totalmente innecesaria. En fin.

Pero bueno, volvamos al tema. Star Wars: Padawan se desarrolla cuando Obi-Wan Kenobi tiene poco tiempo de ser Padawan del grandísimo Qui-Gon Jinn. El joven aprendiz se encuentra frustrado por el tipo de entrenamiento que está recibiendo, muy alejado a sus colegas que viven de aventura en aventura.

Con Qui-Gon, se la vive meditando y aprendiendo los pasos básicos de defensa con el sable de luz. Poca aventura, poca emoción. Las misiones fuera de Coruscant son inexistentes. Por momentos, duda que su emparejamiento con el Maestro Jedi sea correcto.

Cuando por fin aparece la oportunidad de ir a una misión a un misterioso planeta, Obi-Wan hace todo lo posible para convencer a su maestro para ir a la aventura. A pesar de lograrlo, Qui-Gon no aparece el día que tienen que partir. Enojado, el joven Padawan decide ir sin su maestro.

En el planeta Lenahra, Kenobi encuentra un grupo de jóvenes sensibles a la fuerza (que en la era Disney, parece que todos los habitantes del universo son aptos para utilizar la fuerza), mismos que parecen ser los únicos habitantes de dicho planeta.

Las dudas de Obi-Wan sobre si su camino es el correcto se manifiestan en esta historia, el joven impetuoso se ve en dificultades, su conexión con la fuerza se tambalea y conocer la vida más allá del Templo Jedi lo hacen reflexionar.

Comentario

Es interesante conocer al joven Kenobi, aunque la ausencia de su maestro es notoria. Entiendo que el libro buscaba profundizar en las dudas existenciales del joven Padawan, pero la inclusión de los Niños Perdidos de Lenahra me pareció bastante desafortunada. Ninguno de los 7 personajes logró atraparme ni logró que me interesara en ellos, de hecho, haciendo un poco de investigación para esta reseña, me topé nuevamente con los nombres de estos, no me acordaba de uno solo. Personajes inconsecuentes.

Finalmente, si eres de los que no pueden dormir preguntándose dónde conoció Obi-Wan a su amigo Dex Jettster, aquel alien que tiene un restaurante estilo años 50’s en Coruscant, acá encontrarás la respuesta.

A pesar de que no es lo mejor que he leído de Star Wars, puedo decir que al menos no es la basura de The Living Force. Lo que sí puedo decir, es que el trabajo de White me dejó con un sabor medio amargo. Tras conocerla en “El Escondite”, creo que este libro deja mucho que desear. Tal vez las restricciones de Disney no le permitieron trabajar como ella quisiera, pero si van a leer algo de esta autora, les recomiendo empezar con su otro trabajo de ficción.

En resumen, y para no aburrirlos más, no les recomendaría perdieran su tiempo en este libro, pero si están interesados en el canon novelesco, te recomiendo te armes de paciencia, porque la vas a necesitar.

¿Dónde comprar?

Por increíble que parezca, hay una edición en español de Editorial Planeta que puedes conseguir por unos 230 pesos en su versión física y 200 pesos en su versión electrónica. Está la versión en inglés, pasta dura, en Amazon, por unos 200 pesos.

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